Cómo botar basura sin contaminar
Para
disfrutar por largo tiempo de nuestros paisajes debemos saber
cuidarlos. Algunos consejos para tener un mejor manejo de la basura
cuando uno anda fuera de casa.
Evidencia
hay bastante. Datos de la Comisión Nacional de Medio Ambiente (CONAMA)
informan que Chile produce más de 6 millones de toneladas de basura
anualmente. Además, en 8 años (1996 – 2003), la generación de basura
creció en un 79,5%.Como si fuera poco, un estudio de la ONG Terram pone al descubierto que el 54,7% de los vertederos a nivel nacional no cuentan con autorización sanitaria, denunciando que no existe una cultura ciudadana que evite producir desechos. La investigación concluye que todos los esfuerzos están orientados a dónde depositar la basura, la que comúnmente termina al lado de los más pobres.
Bastan tan sólo algunas pocas referencias para darnos cuenta que si no comenzamos nosotros por tener un buen manejo y cuidado de los residuos, los espacios en que habitamos, y también aquellos por los que nos gusta tanto deambular cuando salimos de la cuidad, terminarán literalmente perdidos en medio de la basura.
Por ello, y como hay que predicar con el ejemplo, aquí un par de consejos para nuestras salidas y excursiones fuera de la ciudad, sobre todo para los lugares en donde no hay servicio de recolección de basura.
En primer lugar nos tenemos que acostumbrar a separar los desechos en dos grupos, los orgánicos correspondientes a todos los elementos de rápida descomposición, y los inorgánicos, que son todo lo contrario.
La basura orgánica consta básicamente de residuos de alimentos (cáscaras, pan, restos de tallarines) que pueden ser enterrados al menos a 50cm de profundidad sin bolsas plásticas en sitios lejos de donde comúnmente se transita. Importante, dentro de esta categoría también están los desechos humanos, los cuales deben hacerse lejos de cursos de agua y cubrirlos con bastante tierra.
Por otro lado nos encontramos con la basura inorgánica. Es aquí en donde se nos complica el cuento, ya que cualquiera que fuese su composición, o lo lejos que estemos de la civilización, lo más aconsejable es cargarla a cuestas hasta poder depositarla en un adecuado basurero.
Dentro de esta categoría encontramos los tarros o latas de bebidas, que son de lenta descomposición, pero son fáciles de transportar cuando están secos y el aluminio comprimido.
Los que simplemente no se degradan, siendo livianos y fáciles de prensar para su regreso, son los papeles de aluminio (cajas de vino, jugo, leche, etc.) y plásticos. El vidrio no es aconsejable para la actividad outdoor por ser pesado y frágil junto con cargar un record de demorarse 4000 años en su descomposición.
En cuanto al manejo del agua, si únicamente hervimos lo que necesitamos al minuto de cocinar vamos a estar ahorrando gran cantidad de Co2. Luego, cuando vamos a lavar el detergente siempre tiene que ser biodegradable y nunca usarlo directamente en el curso de agua de un río, sino apartado de él botando el agua contaminada a la tierra. Esto último corre de igual manera para todo tipo de líquidos que no sea agua pura.
Los consejos pueden ser varios, pero lo fundamental, es tomar conciencia de lo importante que es tener un buen manejo de la basura, y que simplemente, nos tenemos que hacer cargo de nuestros residuos. Solamente de esta manera vamos a poder volver al lugar donde fuimos sin encontrarnos con una sucia sorpresa.
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